Feliz año a tod@s!! Es de sobra conocido por todos, que ayer se puso en vigor la ley antitabaco que la ministra Pajín se ha colgado del cuello cual medalla honorífica. Me parece muy bien que salgan adelante este tipo de leyes, pero, como con todo, hay formas y formas de hacer y de proceder.
Si creas una ley que permite fumar sólo en determinados locales y, por ello, provocas que cientos de locales se gasten una fortuna en acondicionar sus espacios para fumadores también deberías de ayudar a esos negocios que, con esta nueva ley, verán por última vez a muchos de sus clientes. Y no me refiero a las típicas ayudas socialistas de “te doy tanto al mes para que puedas ir tirando sin tener que buscar en contenedores y al año te lo quito porque hace falta para salir de la crisis.” Penoso... pero cierto.
"Cualquier ciudadano puede denunciar, como se ha hecho hasta ahora con cualquier otro tipo de supuestos delitos o incumplimientos de leyes" Éstas han sido las declaraciones de la ministra ha compartido con los periodistas cuando se le ha preguntado por la eficacia de la ley. ¿A alguien le suena esta forma de pensar? Os refrescaré la memoria. Los gobiernos de Adolf Hitler y Iosef Stalin también se caracterizaron por un miedo apegado a los habitantes del dominio que llegaron a controlar: sus propios vecinos. En aquellos regímenes, los habitantes se podían denunciar, bien por ser comunistas o judíos, según los gustos del fascismo reinante.
Pajín ha conseguido resucitar aquel temor-odio entre los españoles. Todos hemos incumplido alguna norma, ya sea de conducción, de higiene pública o simplemente de educación, pero en pocas ocasiones (o ninguna) nos hemos sentido amenazados por nuestros conciudadanos.
Desde ayer ya no será así, ya que habrá ciudadanos que, ejerciendo su derecho, podrán denunciar a los fumadores que incumplan la ley.
Me parece muy bien que se ejerzan los derechos, pero, Sra. Pajín, hay formas y formas. A la ministra sólo le faltó levantar la palma derecha y el puño izquierdo para evidenciar lo que todos sabemos ya: que en la intimidad se deja un bigote muy vintage y le gusta vestirse con el uniforma de la mili de su padre... depravada!
A meditarlo con un piti!
¡¡¡Un Mallboro a la salud de este postªªª
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