Mucho se está hablando sobre la contaminación que flota en el aire de la capital estos días. Como apasionado de esta ciudad me duele reconocerlo, pero es cierto que haberla... "hayla". Pero eso es algo común de toda gran ciudad y más aún en las capitales. A pesar de todo he de decir que no sé si será porque estoy acostumbrado pero yo nunca he notado que el aire sea tan malo como dicen cuando paseo por el centro. Vamos, que supongo que no será puro pero tampoco es que me afecte en mi vida diaria el simple hecho de caminar por la calle, así que si oís que alguien dice que sí, no me fiaría. Sinceramente nunca he entendido que haya tanta gente que siga usando el coche para moverse por el centro de Madrid con lo engorroso y caro que resulta. Y de buscar aparcamiento ni hablemos. Desde el ayuntamiento recomiendan utilizar el transporte público, un consejo que suena vacío y oportunista en cualquier otro lugar pero que se convierte en uno de las mayores razones para dejar el coche en casa en esta ciudad. ¿Por qué? Porque cualquiera que haya estado en la capital española habrá comprobado con sus propios ojos que Madrid tiene la mejor red de transporte público que existe no sólo en España sino en Europa. Más allá no pongo la mano en el fuego que tampoco he viajado tanto.
Pero claro, uno es libre de hacer lo que quiera y los hay que no pueden moverse por metro o autobús por motivos laborales o físicos. Así pues me parece bastante razonable que Ignacio González, vicepresidente de la Comunidad de Madrid, proponga restringir el tráfico del centro de la ciudad para rebajar el nivel de contaminación atmosférica, pero siempre anteponiendo la libertad del ciudadano a poder elegir. Yo personalmente apoyo rebajar el tráfico, más que nada porque nunca he conocido a nadie que llegue antes a una cita en coche que en transporte público. La labor de la comunidad de Madrid en cuanto a estructuras e innovación en transporte público es sobresaliente y ése me parece el camino adecuado para alcanzar el objetivo de la pureza del aire madrileño. Eso o implantar coches eléctricos de una vez por todas, pero ahí estamos hablando ya de algo utópico... de momento.
A meditarlo.
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