La semana se va apagando, llega el viernes por la tarde y mientras el sol empieza su lento pero inexorable descenso hacia el horizonte, todos nosotros nos preparamos para el fin de semana y lo que ello implica. Salir de marcha, ir al cine con la novia, cenar por ahí sin preocuparse de fregar los platos, tomarse unas cañas con los buenos amigos, buscar un sitio que venda comida a las 5 de la mañana mientras se rememoran las anécdotas de la noche... Madrid es diversión. Madrid es relax. Madrid es noche, día, fiesta y paz. Madrid me da la vida por muchos quieran ver el vaso medio vacío. Para mí, la caña llena por favor... ¡y no se olvide la tapita de rigor! Me encantan los viernes, sobre todo si es un viernes cálido. Y en Madrid siempre lo son.
Ya meditaremos el lunes ¿no os parece? A pasarlo bien.
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