El 5 de febrero entra en vigor el Real Decreto Ley de servicios de tránsito aéreo que, se supone, iba a beneficiar a la industria turística reduciendo las tasas de navegación (-15%) y la entrada de nuevos proveedores a las torres de control en España.
Del 3 al 4 de diciembre estalla el conflicto con pérdidas a numerosas empresas y afectando a unos 600.000 pasajeros.
“La Fiscalía de Madrid ha presentado una denuncia por sedición contra los controladores que se ausentaron de sus puestos de trabajo los pasados 3 y 4 de diciembre.”
Se pone en marcha el “proceso de liberalización” de las torres de control en trece aeropuertos de la red AENA, es decir, en Alicante, Valencia, Sabadell, Ibiza, Jerez, Sevilla, Melilla, Lanzarote, Fuerteventura, La Palma, A Coruña, Vigo y Cuatro Vientos.
Y yo me pregunto... ¿nadie se da cuenta de que todo ésto parece ser causa y efecto? ¿Acaso no se ven venir las consecuencias de los primeros actos? ¿Quién es el verdadero culpable de esta situación? ¿Por qué desde un principio ya nos pintan quienes son los “malos” sin siquiera explicar la situación en su totalidad? Y lo más importante, ¿por qué me huele tanto a podrido?
Lo tremendo, que además dejo para el final, es que la Fiscalía no denuncia a los controladores citados a declarar (26), ni a los 175 que podían ser investigados, no. La Fiscalía denuncia a los controladores “en general”.
A meditarlo!